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Controlar el estrés y mejorar la salud en la tercera edad: consejos y recursos en adultos mayores




El estrés es una reacción natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. Todos experimentamos estrés en algún momento de nuestra vida, pero cuando se vuelve crónico o excesivo puede afectar negativamente nuestra salud física y mental. El estrés puede tener consecuencias especialmente graves en las personas de la tercera edad, ya que suelen tener una menor capacidad de adaptación y una mayor vulnerabilidad a las enfermedades. Algunos de los problemas de salud que se asocian con el estrés son la hipertensión, las enfermedades cardíacas, la diabetes, la depresión y la ansiedad. En Ecuador, el estrés se ha incrementado en los últimos años debido a diversos factores sociales, económicos y políticos. Según una encuesta realizada por Gallup en 2019, el 57% de los ecuatorianos reportaron sentir estrés el día anterior a la entrevista, lo que sitúa al país en el quinto puesto de los más estresados del mundo³. La pandemia de COVID-19 ha supuesto un reto adicional para las personas mayores, que se han visto obligadas a aislarse socialmente para evitar el contagio. Esto ha generado sentimientos de soledad, miedo, angustia e incertidumbre en muchos de ellos. Ante esta situación, es importante que las personas mayores aprendan a manejar y controlar el estrés, las emociones y el impacto en la salud. Para ello, se recomiendan algunas estrategias como las siguientes: - Mantener una actitud positiva y optimista ante la vida. Buscar el lado bueno de las cosas y evitar los pensamientos negativos o catastrofistas. - Practicar actividades que generen placer y bienestar, como leer, escuchar música, hacer manualidades, meditar o rezar. - Hacer ejercicio físico moderado y adaptado a las condiciones de cada uno. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, que son sustancias que producen sensación de felicidad y relajación. - Llevar una alimentación saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Evitar el consumo excesivo de alcohol, tabaco, café o azúcar. - Dormir lo suficiente y respetar los horarios de sueño. El sueño es fundamental para restaurar el organismo y regular el estado de ánimo. - Mantener el contacto con la familia y los amigos, aunque sea por medios virtuales. Expresar los sentimientos y recibir apoyo emocional es esencial para afrontar el estrés. - Buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Si el estrés se vuelve inmanejable o provoca síntomas graves de ansiedad o depresión, es conveniente consultar con un médico o un psicólogo que pueda ofrecer un tratamiento adecuado. En ocasiones, el estrés puede ser tan intenso que impida a las personas mayores llevar una vida normal e independiente. En esos casos, puede ser conveniente buscar espacios especializados donde puedan recibir atención integral y personalizada. Un ejemplo de estos espacios es la Fundación Seniors Club, que ofrece servicios de residencia con cuidados diarios para las personas mayores en Ecuador. Allí pueden encontrar un ambiente cálido y familiar, donde se les brinda apoyo médico, psicológico, social y recreativo. El estrés es un fenómeno inevitable en la vida moderna, pero no tiene por qué convertirse en un enemigo de la salud. Con un buen manejo y control del estrés, las emociones y el impacto en la salud, las personas mayores pueden mejorar su calidad de vida y disfrutar plenamente de esta etapa.

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