La enfermedad de Alzheimer es una de las principales causas de deterioro cognitivo y demencia en los adultos mayores. Según la Organización Panamericana de la Salud, se estima que en el año 2030 habrá 7,8 millones de personas con esta enfermedad en las Américas, de las cuales el 62% vivirá en América Latina y el Caribe. En Ecuador, se calcula que el 7,5% de los adultos mayores de 60 años sufren algún tipo de demencia, siendo el Alzheimer la más frecuente.
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa e irreversible que afecta a las células nerviosas del cerebro y provoca la pérdida progresiva de la memoria, el lenguaje, el razonamiento y otras funciones mentales. Aunque no se conoce la causa exacta del Alzheimer, se sabe que existen factores genéticos, ambientales y de estilo de vida que pueden influir en su desarrollo y evolución. Algunos de estos factores son la edad, el nivel educativo, los antecedentes familiares, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la depresión, el tabaquismo y el sedentarismo.
El diagnóstico del Alzheimer se basa en la evaluación clínica, neuropsicológica y de laboratorio del paciente. No existe una cura para esta enfermedad, pero existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y sus cuidadores. Es importante detectar el Alzheimer en sus etapas iniciales para poder iniciar un tratamiento adecuado y brindar el apoyo necesario a la persona y su familia.
¿Cuándo es necesario buscar ayuda profesional? Algunas señales de alerta que pueden indicar la presencia de Alzheimer u otro tipo de demencia son:
Dificultad para recordar información reciente o eventos importantes.
Desorientación temporal o espacial.
Problemas para realizar tareas cotidianas o seguir instrucciones.
Cambios en el humor, la personalidad o el comportamiento.
Pérdida de interés o motivación por las actividades que antes disfrutaba.
Dificultad para encontrar las palabras adecuadas o expresarse con claridad.
Confusión o alteración ante situaciones nuevas o desconocidas.
Si usted o un familiar presenta alguno de estos síntomas, es recomendable consultar con un médico especialista en geriatría, neurología o psiquiatría para realizar una valoración integral y descartar otras posibles causas. El Alzheimer es una enfermedad que requiere atención médica continua y un seguimiento periódico. Asimismo, es fundamental contar con el apoyo psicológico y social tanto para la persona con Alzheimer como para sus cuidadores.
El Alzheimer es un desafío para la salud pública y el bienestar de los adultos mayores. Por ello, es necesario promover el envejecimiento saludable y prevenir los factores de riesgo que pueden favorecer su aparición. También es imprescindible garantizar el acceso a los servicios de salud y a los recursos necesarios para brindar una atención integral y digna a las personas con esta enfermedad y sus familias.
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